07 Oct 2025 El secretario general de la Cámara de Comercio de España y de la Corte Española de Arbitraje (CEA), Adolfo Díaz-Ambrona, ha participado en la 52ª Asamblea General de la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio (AICO), celebrada en Las Palmas de Gran Canaria bajo el lema “Cámaras de Comercio Iberoamericanas: protagonistas del futuro económico”.La Asamblea General de AICO ha reunido a más de 200 representantes de 40 cámaras de 14 países, y ha contado con la participación, en la sesión inaugural, de José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España, quien ha subrayado la importancia del papel de las cámaras como actores clave para fortalecer el tejido productivo ante los desafíos del nuevo escenario geopolítico.Las Palmas, 07/10/25.- El secretario general de la Cámara de Comercio de España y de la Corte Española de Arbitraje (CEA), Adolfo Díaz-Ambrona, ha participado en la 52ª Asamblea General de la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio (AICO), celebrada en Las Palmas de Gran Canaria bajo el lema “Cámaras de Comercio Iberoamericanas: protagonistas del futuro económico”.Durante su intervención, titulada “Impulso iberoamericano en los arbitrajes y mediación internacional”, Díaz-Ambrona ha destacado la relevancia creciente de los Medios Adecuados de Solución de Conflictos (MASC) en el espacio iberoamericano, así como el papel decisivo del español como lengua jurídica internacional. Ha recordado que, en la última década, Iberoamérica ha vivido una profunda transformación económica y comercial, lo que ha consolidado al arbitraje y la mediación como factores clave de competitividad para las empresas. En este sentido, ha subrayado que es fundamental situar la gestión de los conflictos dentro de la estrategia empresarial iberoamericana, apostando por mecanismos de resolución que aporten neutralidad, agilidad y seguridad jurídica.En el plano doméstico, el secretario general ha hecho referencia a la Ley Orgánica 1/2025, de medidas en materia de eficiencia del Servicio Público de Justicia, que ha consagrado la incorporación definitiva de los MASC en el ordenamiento jurídico español, y ha destacado la Ley 60/2003, de Arbitraje, inspirada en la Ley Modelo UNCITRAL, como un instrumento que ha permitido internacionalizar y profesionalizar el sistema arbitral. Asimismo, ha recordado el valor de los marcos internacionales, como el Convenio de Nueva York (1958) y la Convención de Singapur sobre Mediación (2019), por su papel en la promoción de la seguridad jurídica transfronteriza.Díaz-Ambrona ha señalado que la cultura jurídica latina sigue siendo más proclive al conflicto que al acuerdo, por lo que el arbitraje y la mediación tienen aún un amplio margen de crecimiento en el ámbito doméstico. Por el contrario, ha destacado que, en el contexto internacional, estos mecanismos ofrecen neutralidad y confianza para las partes, convirtiéndose en una alternativa cada vez más utilizada por las empresas.El secretario general ha puesto en valor el papel de las cámaras de comercio como agentes impulsores de la competitividad empresarial y la cohesión económica y social, al prestar un servicio insustituible a las empresas en la resolución de sus litigios. En este sentido, ha subrayado la labor de los centros de arbitraje y mediación que operan con altos estándares de profesionalización, transparencia y especialización, como el Centro Internacional de Arbitraje de Madrid-Centro Iberoamericano de Arbitraje (CIAM-CIAR), creado en 2020. Ha resaltado que la incorporación del Centro de Arbitraje y Mediación (CAM) de la Cámara de Comercio de Santiago de Chile en 2025 ha constituido un verdadero hito, al consolidar al CIAM-CIAR como una corte plenamente iberoamericana, llamada a convertirse en el principal operador internacional de la región y en un referente de arbitraje y mediación con los mejores estándares internacionales.Asimismo, Díaz-Ambrona ha resaltado la importancia estratégica del español como lengua jurídica internacional, recordando que es la segunda lengua materna más hablada del mundo, con cerca de 500 millones de hablantes. Ha incidido en que, pese a ello, una parte importante de los arbitrajes entre empresas iberoamericanas sigue desarrollándose en inglés, algo que “no tiene sentido cuando compartimos un idioma común”. En este sentido, ha defendido que el español debe ser considerado una auténtica herramienta de competitividad y defensa para las empresas iberoamericanas, una lengua que aporta seguridad jurídica, precisión y reducción de costes, y que refuerza la igualdad de las partes.Por último, Díaz-Ambrona ha abordado los retos y oportunidades de futuro del arbitraje y la mediación en el ámbito iberoamericano, entre los que ha destacado la necesidad de impulsar un cambio cultural hacia una mayor confianza en los mecanismos extrajudiciales, reforzar su accesibilidad y transparencia, y garantizar el reconocimiento internacional de los acuerdos extrajudiciales. Ha insistido también en la importancia de formar profesionales especializados, aprovechar las ventajas de la digitalización y promover una colaboración institucional activa que consolide al español como lengua de referencia en el arbitraje internacional. “Aprovechemos esta oportunidad histórica para que el español se convierta en un actor relevante en la comunidad empresarial y arbitral Iberoamericana”, ha concluido.